Ross Barkley, la potencia británica

¿Cómo nos “conocimos”? Mayo de 2010. Estaba en mi sofá con un zumito de cebada, palomitas y mucho calor. Tocaba ver la final del europeo sub’17, España e Inglaterra habían llegado por caminos muy distintos. Desde el primer minuto, un chaval robusto, con un físico desproporcionado para su edad (recordemos que nació en el 1993, vamos, todo un yogurín!)  y con un aspecto más que tosco, me empezó a impresionar. Tanto fue así, que incluso dejé por unos instantes mi rubia sobre la mesa, cogí papel y boli y empecé a tomar nota.

¿Cómo definirlo? Centrocampista total, o como dirían sus paisanos, box-to-box. Físico envidiable y desproporcionado para su corta edad. Gran envergadura, fuerte, pura fibra. Su físico está por encima del resto y lo utiliza a la perfección.

Diestro, aunque maneja su pierna izquierda a la perfección, vamos  cuasi-ambidiestro.

Sublime primer toque. Gran movilidad con y sin balón. Contundente, siempre certero, no pierde balones. Envidiable agilidad mental. Su lectura de las tempos del partido es perfecta, casi nunca se equivoca. No duda en cortar el juego cuando es necesario Buena conducción de la bola, aunque no abusa de ella.

Arriba y abajo, ataque y defensa. Termina los partidos con muchos kilómetros en sus piernas. Gran pasador. Su inteligencia sobre el verde acompañado de sus grandes aptitudes le convierten en un jugador muy completo,  y no duda ni un segundo en echarse el equipo a sus espaldas. Hace gala de una gran madurez para la edad que tiene.

Además de su gran pase en corto, cabe destacar su gran cambio de juego, apertura a bandas; muchos recursos… Llegador. Gran impulsor de contraataques.

Poderoso en el juego aéreo; a la par que gran lanzador de tiros francos, pero como en esta vida, no se puede estar en misa y repicando!

¿Algún aspecto negativo? Por destacar algún punto negativo de este prometedor jugador,podemos mencionar la falta de velocidad en sus movimientos y puede que también en carrera. Aunque su físico puede que no le acompañen en este aspecto, estoy seguro de que realmente no supone un verdadero handicap para su estilo de juego.

En resumen… Criterio y calidad. Poderío físico y talento. Precocidad y madurez.

Lo tiene todo para triunfar. Si es capaz de superar los obstáculos que el destino le imponga como la grave lesión sufrida en el último año, está llamado a ser uno de los estandartes británicos.